A principios de este año murió Jean Vuarnet, una leyenda del esquí, ganador de una medalla de oro olímpica. Pero si traemos su nombre aquí es por su relación con la moda: en los años 60, Vuarnet se asoció con el óptico parisino Roger Pouilloux para crear las gafas de sol que llevan su nombre. Gran aficionado a los deportes de montaña, Pouilloux inventó una lente llamada skilynx, la cual mejoraba la luminosidad y el contraste del relieve, lo cual era vital para los esquiadores de la época, que a menudo sufrían muchas salidas de pista. Pronto las gafas alcanzaron relevancia más allá del deporte y empezaron a lucirlas celebridades de la época como Romy Schneider, Alain Delon, Jerry Hall o Mick Jagger.
A partir de entonces su popularidad fue en aumento, tanto que a finales de los años 80 algunos locutores de radio norteamericanos, cuando brillaba el sol, decían “It’s a Vuarnet day today” (hoy hace un día Vuarnet).
Su buena relación con la moda y el cine han mantenido a las gafas Vuarnet siempre de actualidad. Buen ejemplo de ello es que el actor francés Vincent Cassel es el actual embajador de la marca.
No te pierdas: Sin duda el verano es la mejor época para visitar París. El resto del año suele ser fría y lluviosa. Sin embargo, con el clima cálido, sus numerosos parques, plazas y avenidas piden ser paseados. Ya sea de día o de noche, a pie o en bicicleta, existen recorridos gratuitos con guía. O en patines, una manera diferente y barata de moverte por la capital francesa. Tanto si es la primera vez que vas como si has estado muchas veces, hacer un trayecto en barco por el Sena siempre es una buena idea. Y si hace mucho calor, ¿por qué no pasear por el subsuelo parisino? Las catacumbas son fascinantes y no suelen estar masificadas por el turismo. Y después de una jornada de paseo, nada mejor que relajarse viendo una peli. Para ello te recomendamos que vayas a un cine al aire libre, un recuerdo que traerás contigo de vuelta.