¿Dónde están los coches voladores que nos prometieron? Cuando éramos niños, el cine, la televisión, la literatura e incluso las revistas científicas nos pintaron un futuro con carreteras flotantes, criados robots, viajes en el tiempo y donde todo el mundo trabajaría desde casa. De todas esas promesas incumplidas, lo de trabajar en casa parece lo más factible. Al fin y al cabo, cada vez somos más los que nos enrolamos en el ejército de los autónomos. Y además, montarte una oficina en casa es mucho más asequible y sencillo de lo que piensas. Bastará con que entres en BAUHAUS para que tu imaginación se dispare, haz la prueba.
Las ventajas de montarte tu propio espacio de trabajo en casa son inmensas. Para empezar, podrás ir a trabajar en pijama, nadie te distraerá cuando te tomes un café. Tampoco tendrás que compartir escritorio con un compañero ruidoso y que ocupa más espacio del que le corresponde. Te lo estás imaginando, ¿verdad?
Eso sí, ser tu propio jefe tiene un serio inconveniente: a menudo trabajarás más horas de las que te gustaría. Por eso es tan importante que te montes una oficina en la que estés a gusto, cómodo, un rincón que puedas llamar tuyo en el que todas tus necesidades estén cubiertas. Para empezar, puedes poner un estor enrollable chulo. Por supuesto, necesitas un escritorio adecuado al espacio que dispones, con cajones o sin, una lámpara de sobremesa, estanterías, archivadores y, por supuesto, una buena silla. Incluso puedes colgar un espejo para recordarte, cada vez que cruces por delante, que el que manda eres tú.
Porque la vida no consiste en promesas, sino en hechos, en saber escoger. Elige la oficina que te mereces y construye el futuro que quieras. Ahora puedes.
