Si hablamos de ropa y Escocia, inmediatamente nos viene a la cabeza el Kilt, la falda escocesa a cuadros tartán. Esta prenda única viene a ser el traje de gala de los hombres escoceses, imprescindible en bodas y fiestas señaladas. De hecho, paseando por Edimburgo no es raro ver a tipos paseando con el kilt a juego con los gruesos calcetines. Si al conjunto le añades una americana, además de un look muy original, consigues una imagen sorprendentemente masculina. ¿Te atreves a ponértelo? Venga, que después de tantas horas de fútbol y gimnasio es una pena no presumir de piernas (www.ebay.es).
¿Y si además pudieras lucir tus propios colores? Seguro que ya sabes que el diseño de cada tartán corresponde a un clan escocés. Pero resulta que existe un Tartan World Register, donde podrás conseguir uno a tu gusto. Y no hará falta que añadas el Mc a tu apellido, aunque hay que reconocer que McPérez mola mucho.
No te pierdas. Edimburgo es una ciudad que pide ser paseada. Llena de calles empedradas, callejones, escaleras, tiendas escondidas y pubs pintorescos donde comer o tomar unas sabrosas pintas. ¿Nuestro pub favorito? The World´s End. Claro que si lo tuyo son las bebidas más contundentes, la ruta del whisky está pensada para ti. Y hablando de rutas, puedes apuntarte a excursiones inolvidables como la que te lleva al lago Ness o, si prefieres no salir de Edimburgo, a una que te llevará a cazar fantasmas. Claro que si no tienes valor para ponerte un kilt, igual este último tour puede ser demasiado fuerte para ti…