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·Vuelta al mundo en 80 prendas #15: Impermeable: Glasgow·

“En abril aguas mil”, reza el refrán. No sabemos si lloverá mucho esta primavera, pero si lo hace nos pondremos una de nuestras prendas favoritas: el chubasquero o impermeable.

La invención de esta gabardina se la debemos a un escocés, un pueblo que de lluvia sabe lo suyo. En concreto, al químico de Glasgow Charles Macintosh, quien a principios del siglo XIX, mientras investigaba cómo reciclar los residuos del carbón, descubrió las cualidades impermeables de la mezcla de caucho natural y polvo de carbón quemado. Introdujo una capa elaborada con dicha mezcla entre dos telas de lana y listo: a disfrutar de la lluvia sin calarse. El invento enseguida fue un éxito por toda la isla, tanto que en los países anglosajones al impermeable se le conoce como Mackintosh, con una “K” incluida, que es como llamó a su marca el bueno de Charles.

Quizás en tu infancia tuviste un chubasquero amarillo, eran muy populares. Esta primavera vuelven a ser tendencia, como lo prueban los dos que te mostramos, que son de Med Wins y de Hunter. Pero si no te ves con ese color, puedes escoger uno en azul o incluso a cuadros. En la actualidad el tejido es más fino, por lo que puedes llevarlo perfectamente sobre tu ropa habitual. Es más, le dará un toque de personalidad al conjunto. ¿A que ya tienes ganas de que llueva?

No te pierdas. El destino de esta semana estaba cantado: Glasgow, la segunda ciudad más lluviosa de Reino Unido. Pero que también puede presumir de ser una de las más bonitas y acogedoras. Y eso se debe en gran parte a su arquitectura, cuyo máximo exponente se llamaba casi igual que el inventor del impermeable: Charles Rennie Mackintosh . La huella de este genio escocés está tan presente por todo Glasgow como la de Gaudí lo está en Barcelona. Te recomendamos que visitas obras suyas como The Glasgow School of Arts, donde mezcló arquitectura escocesa con japonesa; The Lighthouse, en cuya exposición pueden verse los diseños que Mackintosh nunca llegó a construir; o The Willow Tea Rooms, cuyas famosas sillas de respaldo alto también diseñó él. Por último, aprovechando la excusa de ver la tumba del arquitecto, no puedes perderte las vistas de la ciudad desde la espectacular necrópolis victoriana, situada en lo alto de una colina junto a la no menos interesante catedral de San Mungo.

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